Esta mala calidad del aire puede afectar nuestra salud, y aunque las enfermedades respiratorias son las más habituales, es importante recordar que la polución también puede afectar nuestros ojos.
La alta concentración de polución producida por el humo de los coches y autobuses, incendios, los compuestos químicos de fábricas e industrias, la contaminación producida por calefacciones, así como el polvo y polen; contribuyen al incremento de padecimientos oculares como: irritación en los ojos, enrojecimiento, lagrimeo, sensación de quemazón y escozor.
Los climas áridos y las condiciones de baja humedad aumentan los riesgos de padecer ojo seco; así mismo, los altos niveles de contaminación también incrementan la posibilidad de presentar este síndrome, al no producir la cantidad necesaria de lágrimas para mantener lubricados nuestros ojos, lo que causa irritación y picazón.
Debido a que la contaminación atmosférica afecta principalmente la membrana que cubre los párpados, esta presenta una reacción inflamatoria acompañada de ojos rojos, ardor y sensación de un cuerpo extraño, al verse afectada por agentes contaminantes.
Este es otro de los problemas oculares causados por la contaminación del aire, la cual provoca inflamación del tejido que cubre la parte blanca del ojo (conjuntiva) y del interior de los párpados, causando lagrimeo y enrojecimiento del globo ocular.
Para prevenir estas dolencias oculares provocadas por altos niveles de contaminación, te dejamos esta serie de recomendaciones, las cuales harán más sencillo protegerte:
No dejes que la contaminación afecte tu salud visual. Una higiene adecuada y el uso de lentes protectores te ayudarán a lograrlo.